Cruzando el cuarto umbral somos el pasado y el futuro, un lugar común que se funde entre las nubes que abrazan la vegetación y apenas dejan ver las estrellas caídas en el cerro. Entre tanto ser, somos silencio que contempla la belleza, la que se deja ver aún de tallar los ojos, y entonces somos olvido y obviedad, una realidad nueva en donde la realidad no existe y la fantasía es tangible, palpable y huele a miel.
Soy un zorro de rostro azul que mira fijamente al horizonte, y no estoy triste ni preocupado ni dolorido, es sólo la pesadez que reina mi cuerpo; el cielo es rojo y nada más importa porque un momento sublime pasó ante mis ojos, en el horizonte.
Somos la capacidad de asombro, somos masa moldeable por la fuerza del fuego.
Somos cuatro, somos dos y nuestras sombras.
facebook.com/DonDiablo.Torres